Cómo renunciar a una herencia no deseada: ¡Guía Completa!

Cuando se abre un testamento, el proceso de distribución del patrimonio del fallecido y la revelación de los herederos a menudo no es una buena noticia para todos los involucrados. Estas situaciones pueden derivar en desacuerdos familiares u obligaciones personales que no siempre se está seguro de poder afrontar, ya sea porque no se quiere o porque no interesa hacerlo. Afortunadamente, en el Derecho Sucesorio español existe la posibilidad de renunciar a una herencia que no se desea recibir.

¿Es posible renunciar a una herencia?

Sí, la ley española permite renunciar a una herencia si no se está de acuerdo con aceptarla. El artículo 1007 del Código Civil establece que «unos [herederos] podrán aceptarla y otros repudiarla», abriendo la puerta a rechazar una herencia que no interesa. Es importante tener en cuenta que la renuncia es un acto individual, por lo que cada heredero puede tomar su propia decisión sin obligar al resto a hacer lo mismo.

Renuncia de herederos menores de edad

En el caso de menores de edad, son sus padres o tutores legales quienes deben hacerse cargo de los asuntos hereditarios y, en su nombre, aceptar o rechazar lo que han recibido. Sin embargo, si estos padres o tutores también son herederos, puede surgir un conflicto de intereses que impide que ellos puedan tomar esa decisión. En estos casos, el juez designa un defensor judicial independiente que vela por los intereses del menor que desea renunciar a la herencia.

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Tipos de renuncia de herencia

Existen dos principales modalidades de renuncia de herencia:

Renuncia pura y simple

En esta opción, el heredero renuncia directamente de manera libre y voluntaria, declarando expresamente que no quiere saber nada de lo que le corresponde. Aquí, se considera que esa persona no ha existido en el testamento, y la masa patrimonial se redistribuye entre el resto de herederos. Excepcionalmente, el testamento puede indicar a quién le corresponde la herencia en caso de renuncia, pero estos casos no son muy comunes.

Renuncia en favor de un tercero

En esta variante, el heredero decide renunciar a su parte para que pase directamente a otro heredero en concreto, sin que haya posibilidad de un reparto entre todos. Es importante tener en cuenta que, para poder ceder algo a un tercero, primero se debe aceptar la herencia y luego renunciar a ella.

Implicaciones de renunciar a una herencia

Renunciar a una herencia no es una decisión que se deba tomar a la ligera, ya que conlleva importantes implicaciones:

Irrevocabilidad de la renuncia

Una vez que se ha formalizado la renuncia, esta es irrevocable, es decir, no existe la posibilidad de arrepentirse y anular la decisión, salvo en casos excepcionales de nulidad del procedimiento de distribución de la herencia.

Aceptación o rechazo en bloque

La ley establece que la herencia se acepta o se rechaza en su totalidad, no se puede seleccionar qué recibir y qué no. Si se opta por renunciar, se renuncia a todo lo que compone la herencia.

Responsabilidad por deudas y cargas

Al aceptar una herencia, se asumen todas las deudas, cargas e impuestos asociados a ella. Si estas obligaciones son excesivas, se puede optar por la aceptación con beneficio de inventario, que protege el patrimonio personal del heredero.

Implicaciones fiscales

En el caso de la renuncia en favor de un tercero, tanto el renunciante como el beneficiario deben hacer frente a los impuestos correspondientes. El renunciante debe pagar el Impuesto de Sucesiones, mientras que el tercero debe asumir el Impuesto de Donaciones.

Procedimiento para renunciar a una herencia

El proceso para renunciar a una herencia es relativamente sencillo:

Acudir a un notario

El primer paso es acudir a un notario, quien redactará un documento en el que se exprese claramente la intención de renunciar, de manera formal, libre y voluntaria, a recibir los bienes y derechos de la herencia.

Acreditar la condición de heredero

Para formalizar la renuncia, es necesario acreditar la condición de heredero, ya sea presentando el testamento o una declaración de herederos ab intestato en caso de que no exista dicho documento.

Plazos para la renuncia

Si bien no existe un plazo legal específico para renunciar a una herencia, es importante tener en cuenta que la renuncia debe realizarse después de al menos 9 días del fallecimiento del causante. Además, para evitar problemas fiscales, se recomienda formalizar la renuncia antes de que prescriba el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, cuyo plazo varía según la Comunidad Autónoma.

Diferencias entre renuncia y repudia de herencia

La principal diferencia entre estos dos conceptos radica en la forma de actuar del heredero que rechaza la herencia:

Renuncia de herencia

La renuncia implica un acto voluntario y expreso ante notario, donde el heredero declara su deseo de no hacerse cargo de la herencia.

Repudia de herencia

La repudia, por el contrario, es una renuncia tácita o sobreentendida. En este caso, el heredero no realiza una declaración formal, pero su comportamiento demuestra que no tiene intención de aceptar ni hacerse cargo de lo que le corresponde en la herencia.

Herencias con avales y responsabilidades adicionales

Cuando se recibe una herencia, se acepta tanto lo bueno como lo malo de ella. Esto significa que se pueden heredar no solo bienes, sino también obligaciones y responsabilidades, como el caso de ser avalista de un préstamo del causante.

Para conocer si el fallecido era avalista, se puede consultar la Central de Información de Riesgos del Banco de España o el Índice Único del Consejo General del Notariado, donde se registran los préstamos, créditos, avales y riesgos adquiridos.

Es crucial tener en cuenta estas posibles responsabilidades antes de tomar la decisión de aceptar o renunciar a la herencia, para evitar sorpresas desagradables.

Conclusión

El Derecho Sucesorio español ofrece la posibilidad de renunciar a una herencia que no se desea recibir, ya sea por motivos familiares, económicos o de cualquier otra índole. Sin embargo, esta decisión conlleva importantes implicaciones que deben ser analizadas cuidadosamente con el asesoramiento de profesionales expertos en herencias. Antes de tomar cualquier acción, es fundamental comprender las diferentes modalidades de renuncia, sus consecuencias y el procedimiento a seguir para evitar perjuicios futuros.